Muy pocas personas tienen la oportunidad y el privilegio de marcar la diferencia. Me gusta pensar que cada día que hago mi trabajo de alguna forma, por pequeña que sea, he cambiado algo para mejor. No es necesario que sea algo gigantesco; cuando tenía seis años, era tan simple como bajar a mi gato de un árbol. Las cosas que correspondían a un día normal para este hombre, para mí eran algo extraordinario. Ahora que me he convertido en lo que admiraba he tenido que aprender a manejar situaciones inesperadas y difíciles. Han habido momentos en que he visto cosas tan intensas que las lágrimas han brotado incluso antes de que sintiera la emoción. Es en esos momentos en que me sumo en mis recuerdos. Las experiencias difíciles de mi vida hacen que cualquier otro momento sea mejor de lo que habría sido de otra manera.
¿Por qué hago lo que hago? Porque necesito encontrar los momentos que cambian los lugares y las vidas a mi alrededor y, lo que es más importante, los momentos que me cambian a mí mismo. Para eso vivo y el deseo de vivir cada día con ese fin último en mi mente, es el único fuego que arde para siempre.
Sin lugar a dudas, el mejor premio que la vida ofrece es la posibilidad de trabajar duro haciéndolo bien.
Thomas Jefferson
1743-1826 3º Presidente de EE.UU.
1743-1826 3º Presidente de EE.UU.
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