Podemos, sin merecimiento ninguno, tomar o arrebatar el don que anhelamos; podemos defraudar, robar, saquear y malversar los bienes que el Universo tiene derramados por todas partes: no solamente puedo arrebatar el trabajo de mi prójimo y manchar su fama; fatigar a mi criado, a mi buey, a mi propio cuerpo, con una tarea excesiva; usurpar el cargo o la reputación que no merezco; quitarle a los demás la libertad, el pan, el descanso, el sosiego y la paz; no solo eso, sino que hasta puedo asesinar a mi prójimo, matar a los pájaros para distraerme, provocar una guerra para conquistar la gloria o dominio, e inundar de llanto y sangre cuanto alcance mi diabólica influencia.
Sin duda puedo hacerlo, y lo haré cuando quiera. Solamente que lo habré de pagar.
(Tomado de "Prosas Escogidas" del escritor salvadoreño Alberto Masferrer)
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