Este volcán es el más joven y activo de centroamérica pues desde 1770 no ha dejado de despedir humo y cenizas. Ubicado en el departamento de Sonsonate en El Salvador; su cono casi perfecto se formo por varias erupciones en un período de 200 años y en sus faldas ennegrecidas prácticamente no existe vegetación.
Su nombre se deriva de los indígenas nativos de la zona y en el siglo XIX los marineros establecían su rumbo guiados por el brillo continuo de su cima, por lo que recibió un peculiar sobrenombre "El Faro del Pacífico".
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